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Según Veronica Pascual, directora general de ASTI Tech Group, existen 426 cables submarinos de fibra óptica activos en la Tierra que, en total, miden más de 1.200.000 kilómetros.

La instalación del primer cable submarino se realizó en 1856. Se llamaba TAT-1 (Transatlantic Número 1) y conectaba Estados Unidos con Europa. Su función era telefónica, aunque sentó las bases de los cables submarinos de Internet. Más de un siglo después, en 1998, el TAT-8 sería el primer cable de fibra óptica.
 
Después de tantos años de la instalación del primer cable de fibra óptica submarino, el mundo tiene 426 cables submarinos activos en el mundo, según informa la directora general de ASTI Tech Group, Veronica Pascual por Twitter.
 
El casi medio millar de cables alcanzan a medir en total más de 1.200.000 kilómetros. Junto a estos datos, Pascual ha compartido un vídeo, creado por el desarrollador Tyler Morgan-Wall, doctorado en Física por la Universidad de Johns Hopkis. 
 
En el vídeo se puede ver un gráfico en 3D de la Tierra que muestra cómo los cables de fibra óptica submarinos conectan los distintos continentes.
 

Los cables submarinos tienen una vida útil de 25 años

El consumo mundial de datos ha tenido un auge considerable en la última década. Mientras que en el 2013 el tráfico de Internet era de 5 GB por persona, en 2020 era de 21 GB. Este incremento supone que exista un problema de capacidad y que los cables submarinos seguramente se tengan que actualizar con más frecuencia, sin embargo, la vida útil que se estima actualmente es de 25 años.
 
Con el objetivo de que los cables submarinos no se rompan más pronto de lo esperado, algunas compañías como Google están poniendo envolturas a prueba de mordiscos de tiburones. De este modo, esperan no tener que reparar los cables tan habitualmente, ya que es un proceso complicado.
 
En concreto, para su reparación, las empresas tienen que recurrir a barcos especiales. En el caso de que los cables se sitúen en aguas poco profundas, se sumergen robots autónomos que arrastran los cables a la superficie. Cuando los cables están más hondos, los profesionales bajan unos ganchos diseñados para agarrarlos en vez de los robots.
 
 
Fuente: 20minutos