El presidente de la Consitel y secretario general de FOETRA, Claudio Marín, se sumó a la Marcha N° 2482 de las Madres de Plaza de Mayo donde alertó sobre los efectos de la reforma laboral y llamó a la organización de los trabajadores.
Con un análisis económico y político, Marín sostuvo que las leyes laborales no generaban empleo por sí mismas, sino que el empleo dependía de la inversión, la producción y el consumo. En ese sentido, advirtió que el gobierno de Javier Milei estaba diseñando un país orientado a la especulación financiera y no a la producción, y que por lo tanto ninguna reforma iba a generar más trabajo. “Nadie crea puestos de trabajo porque el obrero sea barato —dijo—. Se crean puestos cuando hay posibilidad de transformar ese trabajo en una ganancia, cuando hay producción y consumo. Sin eso, el trabajo se convierte en una mercancía más”.
En un tono más urgente, alertó sobre la gravedad del panorama actual: “Lo más grave no es que los gobiernos liberales quieran quitar derechos, porque eso ya lo conocemos; lo verdaderamente grave es que haya trabajadores que crean que eso los va a ayudar”. Recordó que el 65% de la fuerza laboral en el país no estaba encuadrada en ningún convenio, no tenía vacaciones, aguinaldo ni horas extras, y que a ese amplio sector también había que llegar. “Si no logramos hablarles a ellos, convencerlos y sumarlos, será imposible frenar esta avanzada”, advirtió.
Asimismo, Marín insistió en la necesidad de un paro general con la participación de todas las centrales sindicales, pero remarcó que la medida debía tener un carácter consciente y activo. “Un paro no puede depender de si hay transporte o no —dijo—. Debe nacer de la convicción de cada trabajador, del comerciante, del transportista. Tiene que ser un paro político y participativo, no una excusa”.
En ese marco, llamó a las organizaciones gremiales a desplegar una campaña de esclarecimiento, explicando pacientemente las consecuencias de la reforma y planteando alternativas. “Desde el movimiento obrero”, sostuvo, “podemos discutir cualquier reforma, pero no vamos a aceptar ninguna que implique perder derechos”. Denunció además que el proyecto oficialista pretendía aplicar los cambios de manera retroactiva, reduciendo las indemnizaciones, las vacaciones y los años de antigüedad acumulados, lo que calificó como “una barbaridad anticonstitucional”.
Sobre el cierre, el dirigente reafirmó que la única manera de resistir y revertir este escenario era mediante la organización y la conciencia colectiva. “Tenemos que hablarles a todos los trabajadores y trabajadoras, tengan la condición formal que tengan. Si no lo hacemos, seguiremos como hace cincuenta años, resistiendo pero sin poder avanzar”, concluyó, agradeciendo emocionado la oportunidad de tomar la palabra junto a las Madres de Plaza de Mayo.